18 de junio de 2040.
Artículo extraído del periódico "Hoy Gallicia"
En el presente día de hoy las fuerzas del Estado Nacional Europeo han desfilado por la capital del país para celebrar el decimotercer cumpleaños del padre de la patria, nuestro onmipotente presidente Karl Smith. Acompañado de las fuerzas de seguridad del país ha ido la población civil, orgullosa de la presencia del Padre. Desde primera hora de la mañana los civiles han ido pasando por el Centro Nacional de la República Europea, ubicado en el centro neurálgico de Berlín, para entregar todo tipo de ofrendas al presidente, que luego le serían entregadas. Por la tarde se han reunido en la Plaza de la Unión para realizar un festejo, en el que se tocó repetidas veces el himno nacional. Por último, cuando el reloj de la Plaza dió las 8 hizo presencia el grandioso salvador del país para decicar unas palabras a la población. Éste, en un verdadero acto de valentía y decisión, hizo mención a los pequeños contratiempos que está sufriendo el país.
En primer lugar declaró que los pocos oponentes al régimen, que últimamente estaban intentando derrocar el sistema de libertad y justicia que reina en nuestro días serían duramente castigados, con, incluso, la eliminación de su chip de la memoria, por el cual pueden aprender, recordar, etc y serían trasladados a la zona 0, ubicada en el sur de España, a realizar trabajos para el país con los demás opositores al sistema. Luego el Padre hizo referencia a los nuevos territorios en posesión del Estado como la zona del noroeste de la antigua España, Gallicia. Sobre esto el todopoderoso mencionó que no toleraría bajo ningún concepto la vuelta del idioma bárbaro del gallego, tanto al ámbito oral como al ámbito escrito.
En el contexto internacional, y quizás lo más destacado de sus palabras, fue la mención al conflicto que se está teniendo con el Bloque Asiáticounidense, que tienta acabar con la situación de paz que existe en nuestro país atacando, fallidamente, zonas de nuestro territorio, y que se está solucionando con el envío de las Tropas de Malawi, compuestas de hombres exclusivamente diseñados para ir combatir. Finalmente el todopoderoso se dirigió a la población mandando un mensaje de tranquilidad y asegurando que estos pequeños tropiezos son fruto de la envidia de las demás naciones, deseosas de formar parte de la nuestra. El acto concluyó con una enorme ovación civil y con la posterior escucha del himno nacional.
Viva la Nación, viva el Padre, viva la tecnología. Grande vida a la República Nacional Europea.
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